Entre sueños y realidades

  Esta es la tercera semana desde que empecé con la rehabilitación. Voy despacito. Mi columna no se quiere acostumbrar a pedalear. Salí normal, a rodar suave.  Les cuento que por esta zona, centro de Argentina, el terreno es completamente llano. Nuestro principal rival es el viento. No hay día en que este señor no nos acompañe a pedalear. Tiene energía como pocos! Adelante vi una lucecita intermitente. Otro ciclista, pensé. Vieron el comportamiento de los perros de la calle, que enfocan un auto o una moto y lo tienen que cazar...bueno, los ciclistas somos así, si va alguien adelante, hay que correrlo. No importa si no lo alcanzás, lo corrés quieras o no...😀😀 Era otra chica, la alcancé y le grité: vamos!. Se puso a rueda, y ¿qué creen?. Tres lucecitas intermitentes adelante!! 😂😂😂 Ni lo pensé, como venía seguí...Me quedaban unos 5kms para volverme, no los pude alcanzar, pero me sirvió para saber que mi columna se la aguantó. Cuando vuelvo, veo que detrás mío venía un pelotón como de

  Es difícil elegir un punto para iniciar a escribir, es que toda mi vida ha sido intensa. Hubo de todo y supongo que seguirá habiendo. Así es como las personas aprendemos. Cuando era chica, desde los 7 años hasta los 19 fui ciclista. De competición, hice ruta y pista. Costaba mucho mantenerse. Nuestro país, Argentina, es muy inestable económicamente y eso se refleja en todos los aspectos. En el ciclismo, durante mi infancia, teníamos muchas competencias en la zona y eso nos mantenía en un estado competitivo muy alto. Luego todo cambió. Nos quedamos sin carreras y solamente nos entrenábamos para los Campeonatos Nacionales.  Fue una época en que, en Argentina, a la mujer ciclista no le daban mayor notoriedad. No valía la pena incursionar en el deporte por mucho tiempo, había que forjarse un futuro de otra manera. Me refiero a estudiar y trabajar. Hubo muchas historias que iré contando de a poco. Al final, la vida es como una carrera de ruta. Tiene muchas etapas y cada una es muy diferen